Tal vez al igual que nosotros no tengas idea de quién fue J. P. Guildford (March 7, 1897 – November 26, 1987) tampoco estaba en nuestra planificación hablar de él en nuestro artículo mensual. Pero en nuestras sesiones de brainstorming donde aplicamos el “pensamiento divergente” llegamos a saber que fue él quien uso por primera vez este término en la segunda mitad del siglo XX y que su mayor interés y aporte fue estudiar a las personas como seres diferentes en relación a la inteligencia y la creatividad. 

En esta publicación mensual  vamos a hablar de aquello que nos hace destacarnos, lo que nos distingue del resto, de lo que nos hace únicos, que responde a la tan aclamada frase: marcar la diferencia. 

El mundo al igual que los mercados en donde operamos cada uno de nosotros, ya sea ofreciendo productos o servicios, se ha vuelto más hostil, sumado a las variables sociales económicas, la competencia que cada vez es mayor: muchas marcas/organizaciones ofreciendo el mismo producto o servicio, los beneficios económicos se convirtieron en el must de toda estrategia de comercialización, el regalo por compra es necesario y así podría seguir enumerando otras estrategias que con frecuencia se utilizan para que la venta sea posible e inmediata. 

Somos conscientes que al final del día el veredicto lo da el número de facturación y la cantidad de unidades vendidas, por sobre: la cantidad de personas que están haciendo uso del producto/servicio por primera vez, los que hacen la recomendación boca a boca y quienes nos vuelven a elegir. Es acá donde vamos a detenernos, en lo que hace la verdadera diferencia, en la razón por la cual nos eligen o van a elegir como marca, que no tiene que ver con lo inmediato sino con una construcción que lleva su tiempo y también necesita dedicación.

En un mercado fragmentado atestado de comunicaciones, de acciones y de marcas, además de vender todos estamos peleando por dos bienes que hoy en día aparecen como escasos y son los más preciados: el tiempo y la atención. Para que esto suceda es fundamental “distinguirnos”, la Real Academia Española (RAE) dice que DISTINGUIR es: “hacer algo que se diferencia de otra cosa por medio de alguna particularidad, señal, divisa”, también es “ver un objeto, diferenciándolo de los demás, a pesar de alguna dificultad que haya para ello.”  

Pues entonces lograr destacarnos es el gran desafío, encontrar la manera de ser elegidos en un millón es la cuestión. Muchas veces en  el proceso de búsqueda de la mejor manera de hacerlo aparecen las limitaciones del campo donde operamos donde hay ciertos límites auto establecidos, o nos tienda repetir la fórmula que nos dio resultado ayer o creemos que haciendo lo que hizo la competencia nos va a ir bien o mejor. Pero no, justamente el camino es poder sorprender al mercado y sobre todo al consumidor/usuario/audiencia haciendo lo que no estaban esperando que hiciéramos, optar por otro camino, otra opción.

Contar con un buen producto o servicio ya no es suficiente, los tiempos actuales exigen de estrategias y acciones que nos diferencien y que den la razón por la cual otro nos va a elegir por sobre todas las opciones que hay a su alcance. Convertirnos en abanderados de la novedad trae beneficios siempre que sea coherente con nuestros valores de marca. A veces (y casi siempre) la gran diferencia suele estar en los pequeños detalles, en algo que es propio pero que la rutina no lo deja ver y por eso se necesita de ojos especializados que seamos capaces de ver lo que marcará la diferencia.

¿Escucharon hablar de Bottles & Bubbles? Es la skill de Alexa creada por Möett Hennessy USA que permite a los usuarios del asistente virtual  acceder a “Champagne 101” con solo decir “Alexa, open Bottles and Bubbles” conocerán más sobre el champagne, eventos de la marca, consejos de maridaje entre otras acciones. Como verán se trata de una experiencia innovadora para actuales y futuros consumidores de la marca sin moverse de sus casas, donde prima lo emocional por sobre lo comercial distinguiéndose de la competencia y siendo fiel a sus valores.

En un mundo en el que ya todo está inventado, es clave sorprender, marcar la diferencia, destacarse, distinguirse, solo es cuestión de animarse a presentar lo propio y común como único por fuera de toda obviedad.