El futuro como tal dejó de ser un desafío, frases como “en un futuro cercano” o “en unos años”, ya no son tan relevantes para los que estamos trabajando en el mercado del consumo. El uso de la tecnología en cada uno de los procesos y vehículos que utilizamos para llegar a consumidores y audiencias es una realidad y dado a que la evolución es constante, todo sucede aquí y ahora. El gran interrogante es: cómo en el presente y en las organización que estemos liderando, trabajando o colaborando, los cambios que se van sucediendo son posibles de ser implementados. Al día de hoy las marcas ya han incorporado múltiples formas de interactuar con sus consumidores, pero esto exige indudablemente aplicar estrategias integrales que permitan conectar con ellos en la mayor cantidad de ámbitos posibles.

Al día de hoy podemos afirmar con toda certeza que las barreras entre lo digital y lo analógico se han borrado, estos dos mundos que hasta no hace mucho tiempo atrás buscaban convivir cada uno por su lado, hoy ya forman parte de un mismo todo y al que se lo ha denominado “Phygital”. Básicamente este concepto se refiere a la evolución en la experiencia de compra que tienen los consumidores con las marcas y empresas que interactúan. Como todo ciclo de tendencias, para que una nueva surja otras tienes que empezar a entrar en desuso, es así el caso de la multicanalidad y omnicanalidad que fueron sus precedentes. Mientras el primero hacía referencia a la necesidad de las marcas de tener presencia en los canales online y offline donde cada uno tenía su propia estrategia de comunicación, el segundo los unificaba y la compartía en todos los puntos de contacto con los clientes. Esta nueva era lo que nos muestra es que: lo físico está al mismo nivel de lo digital, ya no se trata de unificar sino de integrar la experiencia digital en el entorno físico y a la inversa. Cuestiones como simplificar el proceso de compra, consultar la disponibilidad de productos en tienda o pagar de una forma fácil y sencilla, son ejemplos claros de esta tendencia que en muchos casos ya está sucediendo.

Unificar la brecha que existe entre lo físico y lo digital para generar una mayor y mejor conexión con nuestros consumidores es la cuestión. Y si bien esta tendencia se le atribuye a los cambios en los hábitos de consumo, también paso a ser parte de la estrategia que ya utilizan empresas y marcas para integrar sus esfuerzos de marketing físico como digital con el fin de lograr aumentar visibilidad, deseo y oportunidades de venta. Para garantizar una experiencia Phygital es necesario tener en consideración los siguientes aspectos: ser inmersiva, personalizada, interactiva e inmediata. El cliente pasó de “tener la razón” a “tener el control”, lo que exige construir relaciones personalizadas y profundas para conocer sus preferencias y comportamientos y así brindarle un trato único y especial. Quienes logren combinar los datos físicos y digitales en una única herramienta de gestión, serán los que tomarán la delantera.

En un mercado ágil y en constante cambio es nuestra responsabilidad estar atentos y aprovechar al máximo las diferentes oportunidades que se presentan para lograr ventajas competitivas y así diferenciarnos. La clave está en ser flexibles, tener la capacidad para adaptarnos al contexto y por sobre todas las ser capaces de incorporar procesos creativos para adelantarnos a los nuevos hábitos y preferencias de consumidores y audiencias.