El concepto de Brand Advocacy no es nuevo. Desde los orígenes del comercio, los consumidores han jugado un papel crucial en recomendar productos y servicios. Las recomendaciones de boca en boca fueron, son y seguirán siendo una poderosa herramienta de marketing. Fue en los años 80 cuando el término Brand Advocacy comenzó a ganar popularidad, impulsado por la creciente importancia de las relaciones públicas y la comunicación directa con los clientes.

Uno de los pioneros en formalizar el término fue Philip Kotler, quien resaltó la importancia del marketing relacional en su obra “Marketing Management”. Kotler identificó que los consumidores no solo eran compradores, sino también defensores potenciales de una marca si se les daba la oportunidad de interactuar y comprometerse emocionalmente con ella. 

Hoy en día, el concepto ha evolucionado hacia un enfoque integral que incluye tanto a los consumidores como a los empleados. Esto nos lleva al Employee Advocacy, una práctica en la cual quienes trabajana dentro de una empresa  no solo desempeñan sus funciones, sino que también se convierten en embajadores de la marca, promoviendo activamente sus valores y productos.

Existen numerosos ejemplos que destacan la efectividad de estas estrategias. En el mundo del lujo, Hermès representa un caso notable. La exclusividad de sus productos, especialmente el icónico bolso Birkin, junto con su limitada producción, genera una demanda donde sus propios clientes se convierten en los principales embajadores de la marca, elevando su prestigio y reforzando la idea de que poseer un artículo Hermès es un símbolo de estatus. Otro caso emblemático es el de Apple, donde tanto empleados como consumidores son fervientes defensores de la marca, creando una cultura de lealtad y recomendación que trasciende el simple uso de sus productos.

Para implementar una estrategia efectiva de Brand Advocacy, es esencial que tanto los empleados como los consumidores se sientan parte integral de la marca. Esto requiere la creación de conexiones emocionales genuinas con ambos grupos. En el caso de los empleados de una marca, además de alinearlos con los valores de la empresa a través de capacitaciones, es vital ofrecerles experiencias que vayan más allá de una simple transacción y les generen recuerdos memorables.  Esto sin lugar a dudas fortalecerá su compromiso y promoverán la recomendación constante de la empresa de la cual forman parte.

En un entorno donde la percepción y la lealtad de los consumidores juegan cada vez más un rol decisivo, no existe una herramienta más poderosa que el respaldo sincero y apasionado de quienes viven y respiran la marca. Son estas voces defensoras las que tiene el poder de generar confianza auténtica, reforzar la reputación y consolidar el posicionamiento a largo plazo.  Por eso si aún no has definido una estrategia de Brand Adovacy llegó el momento de poder hacerlo.